SUGAR HILL, RUM DMC, NOTORIOUS BIG, Dr. DRE, SNOOP DOGG, TUPAC SHAKUR, y mis preferidos NWA, CYPRESS HILL y PUBLIC ENEMY´S; alardeaban de malotes con versos furibundos incapaces de dejar indiferente a nadie que los escuchase. Todo muy visceral y auténtico en un principio, pero vivimos en una sociedad basada en la economía y todo se mercantiliza. Lo que se inició en el extrarradio circulando por salas de NYC y la Costa Oeste; terminó monetizándose cruzando fronteras y sonando en los radiocasetes de todo el mundo. El RAP y sus múltiples ramificaciones y la moda HIP HOP dejaron el barrio para devenir en un estilo con una iconografía y una alquimia sonora propia que terminó globalizándose.
La analogía perfecta de esta evolución podría resumirse en cuatro estrofas que unidas a un personaje de televisión dieron la vuelta al mundo: “ Al oeste de Filadelfia crecía y vivía , sin hacer mucho caso a la policía. Sin comerlo ni beberlo llegué a ser el chuleta de un barrio llamado Bel-Air.” La mesa estaba servida para el gran mercado.